“Siempre es teatro”: una serie para pensar el trabajo artístico
Durante el transcurso del año que acaba de terminar, mientras los teatros permanecieron cerrados por la pandemia del Covid-19, Ricky Pashkus, un coreógrafo y director teatral argentino, llevó adelante la conducción de “Siempre es teatro” (2020), una serie que reúne entrevistas a dieciséis artistas de renombre.
Todos los capítulos se filmaron en el Teatro Regina, que forma parte de La casa del teatro, una institución fundada en 1938 por la cantante lírica Regina Pacini. Históricamente la entidad funcionó —y aún funciona— como albergue de artistas con necesidades económicas.
Lo interesante de la serie es que constituye una reflexión sobre el trabajo de los actores, actrices, bailarines y cantantes y, para ello, da a conocer la opinión de un gran abanico de artistas, todos muy prestigiosos. El primer capítulo pone en evidencia los obstáculos con los que un artista debe lidiar cuando Julio Chávez comenta que a sus treinta y un años, durante una función en el Teatro Cervantes, le contaron que su padre había fallecido. El actor recuerda que se preguntó a sí mismo qué hacer en ese momento, y decidió seguir actuando hasta el final de la obra. Asimismo, en este episodio el actor reconoce que los éxitos y fracasos se terminan enseguida y asegura que “son como los fines de semana largos”.
En el segundo capítulo aparece Fernando Dente, un actor y cantante nacional con mucha experiencia en el teatro musical. Cuenta que se formó en sus inicios con Hugo Midón, un prestigioso actor y director argentino, y confiesa que por esa época le rezaba todos los días a San Expedito para quedar seleccionado en alguna audición. Por otro lado, reconoce que le gusta más el teatro que el cine y la televisión, porque cree que es un lugar perfecto para la expresión humana y, además, le “calma la ansiedad”. Y su mayor deseo, según cuenta, es que las nuevas generaciones de artistas estén dotadas de un buen criterio, ética y herramientas para desempeñar su profesión.
En el tercer capítulo, Natalia Oreiro, una actriz, cantante y bailarina uruguaya, asegura que el autoconocimiento es muy importante para el ser humano en general y para los artistas en particular. Cree que cada quien debe ser consciente de sus propios límites y trabajar para superarlos.
Juan Minujín, un actor argentino, aparece en el cuarto episodio y dice que, como espectador, valora mucho a los artistas que estudian y tienen una formación. Cuenta que su primera profesora de teatro fue Cristina Banegas y ella le enseñó “el espíritu de la autogestión”, que consiste en ensayar una obra sólo para tres personas, e inclusive para los amigos más cercanos, o también adaptar la escena de una película o un cuento e interpretarla. De esa manera, según afirma Minujín, es más fácil atravesar una audición.
Por su parte, el actor Gabriel “Puma” Goity afirma, en el quinto capítulo, que le gusta trabajar en equipo, es decir, valora más la relación que tiene con el elenco que el resultado de una obra teatral en sí. En cambio, para Laura Fernández, una actriz y bailarina argentina, sí es importante “dar todo” arriba del escenario para que la obra “llegue” a los espectadores, porque para éstos ir al teatro es todo un acontecimiento y, según dice Fernández en el capítulo seis, por esa razón los artistas deben esmerarse al máximo de sus posibilidades para transmitir algún sentimiento al público.
En el séptimo episodio el actor chileno Benjamín Vicuña hace una reflexión muy interesante sobre lo que genera en el público el espacio teatral. Afirma que el teatro, al igual que la literatura, no es sólo entretenimiento sino que “salva vidas”, ya sea por identificación, por reflejo o por resonancia. Considera que, a diferencia de otros medios de expresión, el teatro apunta hacia la fibra emocional de las personas y que por eso hoy más que nunca, en este contexto de pandemia, se necesita tanto. A su vez, en el décimo episodio, la actriz y bailarina argentina Florencia Vigna afirma que “ir al teatro es como enamorarse”, porque implica una conexión con los actores y con el presente mismo de la función. Según sus palabras, el teatro es “estar dispuesto a sentir”.
En el octavo capítulo Julieta Díaz, actriz argentina, asegura que siempre es mejor interpretar a personajes cada vez más disímiles entre sí, porque eso representa para los artistas un desafío muy importante y enriquece la formación. A su vez, en el episodio siguiente, el actor Luis Brandoni comenta que aprendió en los inicios de su carrera el “método Stanislavski” (es decir, una técnica que considera que el actor debe “experimentar” en vez de “representar”), pero que además ha tenido como hábito para la construcción de personajes (sobre todo, argentinos) la observación del lenguaje oral y gestual de las personas. Algo parecido afirma en el undécimo capítulo Darío Barassi, un actor y humorista argentino, cuando dice que al interpretar a un personaje, primero lo asocia con alguna persona que conoce y pertenece a su entorno.
En el episodio duodécimo Graciela Alfano, actriz y vedette argentina, brinda consejos prácticos a los artistas en formación para que derriben ciertos miedos que pueden aparecer en la profesión. Por ejemplo, aconseja repasar muchísimas veces la letra de una obra para evitar el miedo a olvidarla. También sugiere ensayar más y pedir opiniones para que no aparezca en los artistas el “miedo a que el personaje no salga”. Y para que un bailarín o bailarina no tema resbalarse en el escenario, lo mejor que puede hacer, según Alfano, es chequear antes de la función cómo se encuentra el piso del escenario. Sin embargo, el actor y músico Agustín “Soy Rada” Aristarán tiene una mirada un tanto diferente, porque dice, en el decimocuarto capítulo, que el mejor método para crecer es “ir haciendo” y “aprender en el camino”. Algo similar afirma Selva Alemán, una actriz argentina, en el anteúltimo capítulo de la serie. Ella les sugiere a los artistas en formación que “se dejen llevar por el corazón y que transiten el camino del arte como les salga”.
Cabe destacar también la opinión, en el decimotercer capítulo, de Gonzalo “Costita” Acosta, una artista trans, que afirma que cada “situación horrible” que le pasó en la vida la pudo transformar arriba del escenario. Y en esa misma línea, en el último episodio Arturo Puig, actor y director argentino, asegura que “el teatro es sanador”, tanto para el público como para los artistas.
En definitiva, “Siempre es teatro” (2020) es una serie absolutamente recomendable para cualquier artista que se esté formando, pero también para admiradores y fanáticos del teatro. Se pueden ver los capítulos en orden, es decir, del primero al último, o bien se los puede seleccionar de acuerdo a los gustos y preferencias de cada quien. La serie completa está disponible en la plataforma cont.ar.
Ficha técnica
Título original: “Siempre es teatro”
Año: 2020
Temporadas: 1
Episodios: 16
País: Argentina
Dirección general: Ricky Pashkus
Dirección y Edición: Juan Ripari
Producción ejecutiva: Juan Manuel Caballe
Música original: Damián Mahler
Por Julieta Escat