REPROGRAMACIÓN 🎭
Por Sebastián Zaus
¿Bueno, cómo hablar de Reprogramación sin caer en spoilers?
Vamos a intentarlo, después me cuentan.
Las mudanzas de por sí suelen ser eventos conflictivos. Cuando hay involucradas además situaciones de dinero y de división de partes, ni te cuento. Las inconfundibles cajas de cartón desparramadas, rotuladas con indeleble negro nos dan la pista de que la cosa está avanzada pero que aún falta.
Aquí además tenemos un robot como integrante habitual de una casa, lo cual nos puede hacer pensar que la acción transcurre en el futuro, al menos no he tenido noticias de que en Mar del Tuyú sucedan cosas así en la actualidad.
Y desde ese lugar se me dispara una pregunta perturbadora:
¿En un futuro suficientemente lejano para que un robot sea parte de una familia aún existirán los prejuicios y la discriminación que la obra plantea?
Esta idea me pareció maravillosa, porque mientras uno puede pensar que se está hablando de algo que está vigente, que ocurre en el aquí y ahora, Matías Vitalli
-autor y director- redobla la apuesta “esto no sólo ocurre ahora, sino que seguirá ocurriendo aun cuando los robots sean parte de la vida cotidiana”. Aún cuando todo cambie habrá cosas que no cambien.
Y ahí hay una clave, una alerta enorme que nos plantea el texto: ojo que si no hacemos algo esto va a seguir pasando. Tendremos entonces robots, tendremos tecnología, pero seguiremos conservando una mirada retrógrada sobre ciertas cuestiones.
La obra pega donde tiene que pegar, las escenas se juegan a fondo, sin vueltas, sin medias tintas. Evita los lugares comunes, evita los golpes bajos, la sensiblería y no descuida jamás una alta dosis de humor que ayuda, como ya se sabe, a dosificar la información. Es decir, incluso abordando una temática tan delicada, la propuesta jamás pierde de vista el objetivo -conseguido de sobra- de ser un espectáculo disfrutable.
Las actuaciones son muy sólidas, los personajes están muy bien construidos: La madre que espera, la vecina chismosa, el ex mejor amigo devenido agente inmobiliario, el hijo que es ahora hija, y el robot que es quien une todas las piezas de este rompecabezas.
Reprogramación va los sábados en el entrañable Teatro Azul, espacio al que le tengo un particular cariño ya que estuvimos allí con distintos elencos y siempre nos han tratado con mucha calidez. Es una sala cómoda, que se ve bien de todos lados, que te atienden fenómeno y -para quien le interese- son gente que ha hecho y hace mucho por el teatro independiente.
En fin, por donde se lo mire, un programón. Había escrito “un Reprogramón” y lo borré, sepan valorar.
Acerca del proceso creativo, nos cuenta Matias Vitali, actor, autor y director de la obra:
El proceso en el que se gestó Reprogramación fue intenso y duradero. En primer lugar, la obra nació como un pedido de parte de los organizadores del festival Destravarte en el año 2012 porque mi dramaturgia y mis puestas por esos días estaban llamando la atención. Entonces, a propósito de la promulgación ese mismo año de la ley de identidad de género, comencé el proceso de concebir la dramaturgia.
No fue nada fácil, tenía que hablar sobre un tema que no era el de mi propia experiencia. Entonces leí, me documenté, entrevisté a chicas trans, pregunté qué podía hacer o comunicar desde mi lugar, cómo mi voz podía acompañar sus voces. Descubrí que la obra sí hablaba de mí también, o más precisamente aún, de todo el colectivo LGTBIQ++. La historia de Alina es una historia de vida trans, pero también es la historia de todas las minorías que seguimos sin poder expresar nuestra identidad o sexualidad.
Pero también es, esencialmente, la historia de una madre y una hija. Es sobre ese vínculo. Es el viaje y el arco de una madre. La dificultad como padres de entender y acompañar el camino inesperado de un hijo, la tensión entre las expectativas y la realidad, los miedos y las decisiones, etc. La temática aborda una problemática muy específica trans, pero genera un reflejo de muchas otras historias que adquiere diversas formas. Y sobre eso sí podía escribir, porque es de lo que me gusta que el teatro que concibo hable: sobre la vida misma y la humanidad.
Luego, tuvimos una adrenalínica experiencia de montar el material en tiempo récord para el festival, y fue tan abrumadora la respuesta del público que fue necesaria una temporada entera más al año siguiente.
Diez años después de su estreno original, he decidido volver a contar esta historia por su enorme vigencia, por el poder enorme que encierra esta pieza de conectar con el espectador, y porque era necesario actualizar y revisar ciertos enfoques. Una nueva puesta, nuevo elenco, una mirada más madura fueron los ingredientes con los que se cultivó este nuevo estreno. Un proceso de mucha emocionalidad, de mucho aprendizaje, reflexión, en fin, un proceso sumamente movilizante.
⁉️ QUÉ: Reprogramación
⏰ CUÁNDO: Sábado 19hs
📍 DÓNDE: Teatro azul, Av. Corrientes 5695 (CABA)
VALOR DE LA ENTRADA: $1100
LINK ALTERNATIVA: http://www.alternativateatral.com/obra80216-reprogramacion
LINK PARA ENTRADAS: https://publico.alternativateatral.com/entradas80216-reprogramacion?o=14
FICHA TÉCNICO ARTÍSTICA
Autoría: Ignacio Torres
Dramaturgia: Matias Vitali
Intérpretes: Martina Nikolle Cordoba Ansardi, Mara González, Marcela Groppa, Alejandro Souto, Matias Vitali
Vestuario: Jauría Teatro
Escenografía: Jauría Teatro
Diseño de luces: Matias Vitali
Diseño De Sonido: Matias Vitali
Fotografía: Roy Molina, Matias Vitali
Diseño gráfico: Gerardo Briganti
Asistencia de dirección: Diego Nardomarino
Producción: Jauría Teatro
Coreografía: Martina Nikolle Cordoba Ansardi
Dirección general: Matias Vitali