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La madre de la patria 🎭

por Fabio Rosenstein

 

Noche de estreno, la gente ingresa al teatro y se agrupa alrededor de la boletería. Enseguida la fila para la sala se mezcla con la de los que recién han llegado. Minutos después, dos soldados del ejército del General Belgrano caminan por ese mismo pasillo con sus fusiles en mano. Las reacciones son diversas; risa como distanciamiento por la transgresión de la cuarta pared, miedo por las armas, incomodidad/curiosidad por el acto performático y un intento fingido de normalidad cuando es evidente el hecho teatral acontecido (esta última fue mi reacción) .

 

Lo cierto es que la obra ya ha comenzado y considero un acierto situarnos de entrada a esta época particular de la patria o “pre-patria” cual estudio previo del terreno o acaso preparación para el campo de batalla. 

Dado que el arte es un ejercicio de observación de la realidad, considero imprescindible señalar un hecho fundamental: en el teatro hay gente negra. Sí, negra. No, no es un comentario extraído del personaje racista Micky Vainilla del humorista Capusotto, es traer a la luz un asunto que los argentinos no hablamos. Debo confesar que cometí una trampa con la metáfora recién utilizada “traer a la luz”. Si bien esto puede entenderse como la exposición de un elemento, lo oscuro en el lenguaje, habitualmente remite a cuestiones de significado negativo. No, no estoy elaborando teoría, basta con ver la película “Malcom X” y la escena del diccionario con las palabras “blanco y negro” como sinónimos de bien y mal en sus acepciones. 

 

Alguien podría preguntar también cuál es la vinculación de la coloratura de la piel del público con la reseña artística de una obra teatral. Perfecto, comencemos entonces.

Los argentinos no hablamos de la población “afroargentina”, los comentarios más escuchados son “acá no hay negros” o “los mataron” sin mucho sentido del horror ni perspectiva histórica.

 

¿Acaso alguien sabe quién fue María Remedios del Valle? La obra teatral pone de manifiesto (ahora sí sin trampas metafóricas) un personaje muy valioso de nuestra historia que casi muere en la miseria sin el reconocimiento por los honores debidos a su rango.

 

Enfermera y luego militar, clave en la lucha por la independencia como parte del ejército del general Belgrano, era conocida por sus soldados como “La madre de la patria” de allí el título de la obra. 

La argentina europea que nació de los barcos a principios del siglo XX, es sólo un relato oficial que poca justicia le hace a nuestra realidad. Para contar nuestra historia debemos conocer nuestras raíces y estas se componen de elementos diversos. No, no es exótico gente negra en una sala, no es tampoco apropiado hablar de “trigueños” por el temor a decir la palabra negro y denota ignorancia hablar de razas en el género humano.

El teatro nos ayuda a comprender el mundo y las escenas aquí retratadas nos son conceptos fríos volcados en un manual escolar, son imágenes con belleza estética y sentimientos que dan testimonios de vidas humanas que han atravesado sufrimientos hondos.

 

La puesta en escena está aprovechada al máximo, desde los elementos escenográficos significativos hasta las disposiciones espaciales en una sala hermosa que ofrece amplias posibilidades para mover el instrumento y jugar con los frentes y las alturas.  Resulta también muy interesante el juego de proyecciones realizado que convive con un rostro tan expresivo como el de nuestra actriz y nos hace sentir el clima de batalla con más potencia que el cine mismo en un momento sumamente poético.

Para finalizar entonces, quiero destacar precisamente el trabajo exquisito realizado por su protagonista Dayana Bermudez Cortez. No pretendo describir en exceso el motivo de la riqueza de su composición, más sí quisiera mencionar que todo el sentido del arte teatral se encuentra para mí en su actuación. He tenido discusiones con quienes dicen que hay actores que dejan el alma en escena por el hecho de sonar fuerte y transpirar en exceso. Dejar el alma es para mí regalar la esencia de algo, como el perfume de una flor sin extirpar sus pétalos y sin grandilocuencia como una muestra de poder. Dayana aquí cuenta con el alma una vida histórica con toda su profundidad: la mujer, la negra, la militar, la enfermera, la mendiga, “La madre de la patria”.

 

📍¿Dónde? Complejo Teatral Itaca (Humahuaca 4027 CABA) 

⏰¿Cuándo?: miércoles 20h (Octubre / Noviembre)

 

FICHA TÉCNICA
María Remedios del Valle: Dayana Bermúdez Cortes
Belgrano: Mario Moscoso
Viamonte: Julio Tejeda
Hijo: Gabriel Lamadrid
Alcorta: Pablo Cominassi
Soldado: Hernán Schifano

Música original y diseño de sonido: Rodrigo Molina

Música en vivo y composición original: Pablo Cominassi

Puesta de luces: Ricardo Sica
Escenografía: Maria Celeste Etcheverry
Artes Visuales: Mauricio Brunetti
Vestuario: Alicia Macchi
Música y Efectos Sonoros: Rodrigo Molina
Coreografía: Adriel Martinez

Asistencia de Dirección y en Escena: Hernán Schifano 

Prensa y Comunicación: Paula Simkin
Producción Ejecutiva: Adriana Yasky
Producción General: Mauricio Brunetti

Dramaturgia, Dirección y Puesta en Escena: Mario Moscoso