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Ciclo Visage: Música de Júpiter en Casa y Nina Suárez. 🎭

Por Cami Gots

 

La última edición del año del ciclo del C.C. Rojas, en la sala Batato Berea, fue la noche ideal para olvidar -un poco- lo de afuera y disfrutar de una energía potente, colorida y renovadora. Entre líricas adolescentes y musicalidades innovadoras, la comunión del arte, otra vez, nos devuelve la esperanza. 

 

“Visage es también una relectura de los ciclos musicales de vanguardia que el Rojas desde su creación supo alentar y promover” así lo demostraron en aquella noche de mitad de semana, en Buenos Aires. 

 

Júpiter en Casa: artista independiente y autogestiva.

 

Júpiter en Casa en su primera fecha con banda en vivo, llenó de amor la sala. Su conexión con toda la gente que la acompaña, su espontaneidad y su impronta desestructurada, construyeron un  ambiente lleno de libertad y frescura. 

 

La coherencia de toda su performance la hacen inolvidable. Su forma de ser estaba impresa por todo el escenario. Desde las ilustraciones visuales (de @kenyamaetta)  en la pantalla del fondo,  las letras de sus canciones que encantan lo cotidiano, la forma en la que mira a su novia desde el escenario, la no-necesidad de posar cuando canta, y sus ritmos de electro pop la hacen una artista que evoca energía punk transfeminista por los poros. 

 

El público estaba encantado, sobre todo, durante la última canción. Ella nos invitó a pararnos para bailar la canción “Mamá soy gay”, su manifiesto queer del deseo. 

 

https://www.youtube.com/watch?v=KjD0y40QZ9s&ab_channel=J%C3%BApiterenCasa 

 

Nina Suárez y su primer disco solista "Algo para decirte"

 

Nina empezó cantando a capella la canción “Sabor a mi”. Su voz vibrante llenó toda la sala. El público quedó petrificado y conmovido a su escucha. Luego de eso, entró la banda y ahora sí, comenzaron a sonar sus canciones. 

 

A través del rock, las letras de sus canciones también remiten mucho a lo cotidiano, aunque con dejos nostálgicos, nos cuenta historias de amor de forma muy íntima que, en conjunto con su guitarra, acaparan el protagonismo del disco.  

 

En el escenario estaban elles tres (Nina, la bajista y el baterista) y en el centro adelante, había una mesita chica con un teléfono descolgado, libros y una foto de Evita. Parecía una especie de altar, o quizás de ritual, que daba suerte a la tocada. 

 

Sin duda, la sencillez y la intimidad están al servicio de la música, que terminan por deslumbrar al espectador, a través de la vulnerabilidad y la intensidad de sus canciones.

 

https://www.youtube.com/watch?v=wW85z9GwOsc&ab_channel=NinaSuarez

 

 

Tanto Júpiter como Nina, arrasaron el escenario con su sensibilidad y su humanidad, lejos de las pretensiones. A veces, de espaldas al público, permitiéndose conectar con sus compañerxs como si elles estuvieran en su propio mundo, y otras veces, interactuando con les espectadores de forma muy natural. El devenir de lo que pasaba al servicio de la música. 

 

Ciclo Visage

Todo esto fue en el marco del Ciclo Visage, curado por Fabián Jara, del c.c Rojas. Durante octubre, noviembre y diciembre, el ciclo llenó la sala Batato Berea de todo tipo de bandas, en pos de promover la vanguardia musical.