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Ser artista en tiempos de pandemia: Entrevista a Lucila Franco Esteinou

 

 

Desde hace ya varios meses la actividad teatral en Argentina está paralizada. Aunque la creatividad de muchos dramaturgos, directores y compositores nunca cesó, son abundantes los proyectos artísticos que se vieron interrumpidos desde que comenzó la propagación del Covid-19. Y son numerosos también los bailarines, cantantes y actores que, debido al cierre prolongado de los teatros, han tenido que alejarse de su ambiente natural, el escenario, para salir a buscar otros empleos. En estos tiempos, el deseo de vivir del arte se ve frustrado, y la necesidad de subsistir de otras maneras adquiere cada vez más peso. 

Para conocer en profundidad esta problemática, MasMusical conversó con Lucila Franco Esteinou, la actriz y cantante argentina que, en 2017, fue nominada en la categoría “Mejor intérprete femenina en Musical Off” en los “Premios Hugo” por su desempeño en “Cautiva, el musical”, una obra dirigida por Federico Herrera. También actuó en “Los tres mosqueteros” (2019), “All shook up” (2016) y “Medea” (2012). 

 

¿Qué opinás sobre el hecho de que las autoridades no contemplan a los artistas como “personal esencial” en este contexto?

 

En principio, me duele, me da bronca, me enoja. No quiero ser redundante ni caer en frases que hoy en día se dicen mucho, pero la realidad es que el arte es esencial. El arte y la cultura son salud. Y, quizá, la pregunta que me hago, no por desmerecer a otras áreas ni mucho menos, es por qué algo como, por ejemplo, el fútbol se considera “esencial”, se permite jugar, con las consecuencias que eso lleva, porque hemos visto todos los contagios que eso implica. ¿Por qué el fútbol como entretenimiento termina siendo “esencial” y no lo terminan siendo el arte y el teatro, que también cumplen la función de entretenimiento? Pero no sólo eso, sino que el arte también culturiza, conecta, amplía la mente. Yo creo que ese es el punto de vista que más me hace ruido, y ni hablar en cuanto a los espacios: de golpe podemos viajar en avión, en transporte público, donde no hay mucha ventilación ni se respetan los distanciamientos. Tuve la suerte de ir a principio de año a teatros, a ver obras, y el protocolo era ideal: no había contacto con nadie, había mucho cuidado, había ventilación. Básicamente eso es lo que duele, lo que molesta, lo que enoja. El arte es necesario en la vida, y creo que el arte es esencial. 

 

¿Creés que el estreno de las diferentes obras de teatro que estaban previstas para este año ayudaría a las personas a sobrellevar mejor la pandemia? ¿Sí? ¿No? ¿Por qué?

 

Es difícil responder esta pregunta… pero la respuesta es sí, creo que ayudaría. Sin embargo, entiendo que la gente tiene mucho miedo. Se ha visto a principio de año, cuando se permitía ir a ver obras de teatro con el aforo reducido, el miedo de la gente por la falta de asistencia, y de golpe obras de renombre, con muchos años de cartelera, han llegado a tener diez localidades. Eso no creo que haya sido, en sí, por una falta de economía, obviamente que es muy difícil el contexto que se está pasando, pero yo creo que fue más que nada por miedo. Sin embargo, si no hubiera tanto miedo, no al teatro sino a cómo ir al teatro, es decir, a los medios para llegar, que quizás exponen más que estar sentado viendo una obra en sí, yo creo que el estreno ayudaría a sobrellevar este contexto, o al menos a mí me ayudaría. 

 

Siendo vos una artista… ¿Cómo te las arreglás para subsistir en estos tiempos? ¿Qué actividades hacés? ¿Tuviste que dejar de lado el arte y dedicarte a otro tipo de trabajo?

 

Tengo la suerte de dar clases en una universidad y clases particulares, como salida. Sin embargo, a raíz de este contexto, en la universidad me redujeron horas y en las clases particulares siempre sucede que todos los meses son muy cambiantes, ya que hay alumnos que dejan, porque no pueden seguir más con la virtualidad porque también es muy cansadora, o mismo desde lo económico se les complica, pero por suerte también este contexto lo que hizo fue ampliar un poco los límites y de golpe apareció gente de más lejos queriendo tomar clases virtuales. Así que las clases tienen sus pros y sus contras. Pero, como artista, mis ganas de subir a un escenario se vieron muy frustradas, y de hecho hubo obras que tenía en vista y se dieron de baja. Por ejemplo, el año pasado íbamos a hacer un infantil en vacaciones de invierno de “la vaca Lola” y se cayó. Y para el artista que realmente trabaja y vive de esto, de subirse a un escenario o de estar frente a una cámara, se hizo muy, muy difícil, muy cuesta arriba, y conozco gente que ha tenido que buscar otras salidas para poder comer.

 

Hiciste el casting para “Infierno blanco” de Cibrián por Zoom el año pasado, ¿verdad? ¿Cómo fue audicionar por videollamada? ¿Cómo hiciste para que Cibrián notara tus habilidades a través de una pantalla?

 

Efectivamente, sí, hice la audición de “Infierno blanco” de Cibrián por Zoom. Cuando lanzaron las audiciones mandé mis videos, me llamaron, me pidieron más material, esta vez relacionado a “Infierno blanco”, y volví a mandar. Una vez que hicieron esa preselección, iniciaron los ‘zooms’, allá por mayo de 2020, y ahí nos seguían pasando material, tanto de “Infierno blanco” como de otras obras de Cibrián, e inclusive también de otros autores. Nos mandaban canciones, monólogos, escenas, mucho material para estudiar solos y para trabajar con compañeros. Éramos bastantes por Zoom y se les daba mucha participación a todos. Cibrián siempre se encargaba de que cantaran y actuaran todos, aunque sea algún pedacito de una canción o de una escena. Si quedaba gente sin pasar, pasaba en el Zoom siguiente. Fue un proceso muy cálido, donde nos divertimos y aprendimos mucho. Cada Zoom era como un seminario, como una clase magistral. Yo creo que eso fue lo bueno de este contexto, que nos dio otra cercanía a Cibrián, que quizás si hubiese sido una audición presencial, más allá de que sé que él hace audiciones bastante extensas, quizás no hubiésemos tenido tanta intimidad como llegamos a tener en los ‘zooms’. Y, en cuanto a que notara mis habilidades, fue muy difícil. Al principio, yo creo que no las notaba porque no me hacía pasar tanto, más allá de que hacía pasar a todos, quizás no se detenía mucho en mí, hasta que empecé a entender un poco también el ritmo de los ‘zooms’, que es muy distinto al de la presencialidad. Es muy distinta la expresión que hay que tener en la virtualidad, porque no está la energía que hay presencialmente, entonces esa energía tiene que traspasar la pantalla. Y un día me tocó cantar la canción “Pobre pueblo” de “Calígula” y ahí creo que atraje bastante la mirada de Cibrián, y empezó a tenerme mucho más en cuenta y a trabajar más conmigo. Un día me llamó para que fuera a la casa a hacer la audición, para conocernos presencialmente. Cuando fui, estaba muy nerviosa, había mucha energía en esa casa, fue muy fuerte conocerlo a él en persona, fue una gran revolución y no estuve al cien por cien, por los nervios. Pero me volvió a llamar porque, supuestamente, vio en mí la energía que se necesitaba para el papel que hoy en día, por suerte, tengo. Cuando volví, fui a comerme el mundo, o a intentarlo mínimamente, y ahí gusté y seguí en carrera. En el verano se levantaron un poco las restricciones y entonces pudimos audicionar presencialmente por dos semanas en el teatro “El cubo”, donde hubo mucha danza, canto, teatro, escenas y monólogos. Y el último día de audición, nos llamaron a los que habíamos quedado, sin que nosotros supiéramos que íbamos a quedar. Nos dieron un sobre y Cibrián dijo: “Cuando lo abran, se van a encontrar con un sí o un no”. Y cuando lo abrimos, todos teníamos un “sí”, porque ya habían hecho la selección antes y directamente no habían llamado a los que no iban a seguir. Pero fue una gran sorpresa y emoción porque no esperábamos quedar todos, los veinte o veinticinco que somos ahora en el elenco. 

 

¿Cuál es el nombre del personaje para el que quedaste seleccionada? ¿Pudieron hacer ensayos presenciales?

 

Antes de responderte, quiero contarte que me hace muy feliz poder estar hablando ya de “Infierno blanco” y de mi personaje, porque de alguna manera este contexto hace que, más allá de si estamos ensayando o no, sea todo una gran incertidumbre, hace que no se pueda sentir como algo real, porque no se sabe cuándo se va a estrenar, si va a ser en un mes, a fin de año o el año que viene. Y de alguna forma eso pincha y hace que, literalmente, haya que vivir el aquí y ahora. Entonces poder estar contando un poquito de este proyecto me pone contenta, porque sé que en algún momento se va a hacer, lo sé, esperemos que sea pronto. Y ahora sí: el personaje para el que quedé seleccionada se llama “Diana”, es una de las protagonistas, es una chica que tiene una adicción a las drogas y lucha contra los prejuicios y contra sus ganas de vivir, básicamente. Pudimos hacer ensayos presenciales en febrero en el teatro “El cubo”, después de las audiciones que también fueron ahí. Hubo una época en la que ensayábamos creo que tres veces por semana, bastantes horas, pero ya en este último tiempo tuvimos que reducirlas, empezamos a hacer ensayos con menos de diez personas, ensayábamos sólo actores, después sólo bailarines, después buscamos formas de ensayar por ‘burbujas’, pero ya estas últimas semanas fue imposible, así que esperemos que se empiece a levantar todo un poco y que, con protocolos, volvamos a ensayar. 

 

¿Cómo te sentiste al saber que no se iba a poder estrenar todavía la obra? ¿Cómo te sentís ahora al respecto?

 

Hace dos o tres semanas, antes de que tuviéramos que frenar por el confinamiento, tuvimos el último ensayo, que obviamente fue reducido, éramos sólo seis personas. Y pasaron dos compañeros a hacer una escena, que son muy talentosos, como todas las personas que están en “Infierno blanco”, y cuando terminaron, Pepe no tuvo más que decirles que estaba perfecta, porque la verdad es que estaba correcta, limpia, estaba bien. Pero ¿qué le faltaba? Y él lo dijo: le faltaban los nervios, porque no tenemos fecha, porque estamos todos, de alguna manera, desilusionados o pinchados, no con el proyecto en sí sino con que vengamos desde hace tanto tiempo con tantas ganas y que no se nos dé lugar a estrenar, por más de que haya protocolos y cuidados. E inclusive se está viendo de qué forma poder presentar la obra: a un precio, quizá, popular para que pueda ir todo el mundo y que nadie se quede afuera, es decir, ver de qué manera ayudarnos y que se reavive un poco el teatro. Y básicamente, ese es el sentimiento: es la sensación de que no hay un final, de que el proceso ya está iniciado, de que ya tenemos la obra y lo único que falta es que se levante la pandemia. Pero sabemos que la obra se va a hacer, aunque todavía no sepamos cuándo. Y esperemos que vaya mucha gente porque es una obra hermosa y profunda, y vale la pena verla.

 

Por Julieta Escat

Angel Agustín es redactor y coordinador del equipo de redacción de MasEspectáculos. Hace diez años que se dedica al teatro. Comenzó a formarse como actor en Buenos Aires en diferentes instituciones, entre ellas, Julio Bocca. Trabajó como embajador cultural de las ferias virtuales e internacionales del libro. También es autor y director de las obras "entre los pasillos" y "cenando con mis monstruos". 

Aya es RRPP y aficionada al teatro musical desde los 8 años. Estudió Artes Escénicas y se formó en canto y actuación con maestros nacionales e internacionales. Se especializa en la historia del teatro musical y está ansiosa por compartir todo lo que sabe con vos.

Fabio Rosenstein, inició su carrera desde muy temprana edad como actor en la escuela de Raul Serrano y Augusto Fernandes. Desde niño encontró en el arte un lugar para desarrollar mi creatividad. Además del teatro, se formó en dramaturgia, canto y también estudió guitarra. Ama la poesía, la música y el cine. En sus reseñas le gusta observar detalles y buscar, como diría Kandinsky, lo espiritual en el arte.

Sebastián es Cantante, Guitarrista y Director de teatro.

Desde 2010 hasta la actualidad  dirige Maquetas Compañía de Teatro, colectivo teatral con el que ha presentado más de 30 espectáculos, entre ellos “La casa de Bernarda Alba” “¿Quién mato a Carlos Groenberg?", "Cinema Hollywood", "Señoritas Impro" y la trilogía "La hija de Sade".

Camigots 🌸 es amante de la Cs. humanas, la cultura y el arte. Se forma en actuación con Julio Chávez y es estudiante avanzada de la Licenciatura en Estudios de la Comunicación (UNSAM). En sus textos reflexiona sobre el teatro como expresión de los conflictos humanos y sus estrategias de representación. Si sos de lectura liviana, bienvenidx ✨

Charles Souto es actor, cantante, músico, profesor de inglés con especialización en artes dramáticas, y, actualmente, estudiante avanzado de Dirección de Artes Escénicas (ISEC). Desde el 2009, ha dirigido obras musicales en inglés con elencos adolescentes tales cómo "Stranger Things" y "The Nightmare Before Christmas", entre otros. También ha participado como actor en "The Threepenny Opera" y "Murder in the Nile" con The Suburban Players.

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